Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/14

Orri hau berrikusi gabe dago


cindiendo de la lealtad Guizpuzcoana, pudieran parecer correspondientes á otra potencia mas rica, estendida y poderosa. Pero la demostracion mejor de esta insigne lealtad de GUIPUZCOA es la confianza y segurida que nuestros Reyes han tenido de su grande fidelidad y del celo con que ha atendido al real servicio, sin la precision de sujetarse á órden alguna, que no sea directamente dimanad de la real persona. Los Principes y Reyes ponen en sus dominios lugartenientes y capitanes generales en los militar, á cuya órden y mandato estén todos los habitadores de ellos, sin fiar á nadie el sagrado de nombrarlos. Pero GUIPUZCOA es escepcion de esta comunes reglas, por que nuestros Reyes la han conservado aquella su rara preeminencia y antigua libertad de nombrar coronel, caudillo y cabo principal, que mande toda su gente militar en tiempos de guerra, sin sujeccion ni subordinacion alguna á los capitanes generales que el Rey nombra para el todo de la guerra, los cuales solo pueden dirigirle por via de aviso y no de precepto, y sin que este nombramiento necesite de confirmacion alguna de su Magestad como todo está declarado por nuestros Reyes (1). Por esta lealtad ha sido GUIPUZCOA tan atendida de los mismos Reyes, que causa admiracion ver los privilegios y gracias con que las han colmado: no habiendo, ninguno de nuestros monarcas que no la haya confirmado en la posesion de todas sus preeminencias: las que últimamente confirmó el Rey N.S. don Felipe V. (que Dios guarde), insertando todos los fueros de GUIPUZCOA en su provision real (2) que escrita en vitela se guarda en el archivo de la provincia. Ni es de olvidar el reciente favor de su Magestad en la ereccion de la real compañia de Caracas, en que fió á la habilidad, espíritu, esfuerzo y resolucion de los guipuzcoanos la empresa de hacer á todo el reino independiente de los estrangeros en una tan considerable, tan útil y tan importante rama del comercio. Pues qué diré del espiritu marcial y valor invencible de los guipuzcoanos por mar y tierra? marte no influye tanto en la produccion de fierro y acero de aquellos montes, cuanto influye valor y gallardia de espíritu en los pechos guipuzcoanos. Cederá el fierro á los golpes, y no cederá un guipuzcoano á los trabajos marciales. Diga la antigüedad lo que quisiere de unas y otras naciones guerreras y valientes, que ni con lo que pone de su casa, ó la fábula, ó el empeño de alabar todo lo que no vimos, son comparables al esfuerzo y valor de los provincianos. No hablo aqui de los cántabros antiguos, que fueron el terror de la señora del Orbe, Roma, escarmiento de sus cónsules y emperadores y son los padres y abuelos de guipuzcoanos: aun hoy se ven en su escudo los tejos con que solian quitarse la vida, por no rendirse esclavos: tan demasiado era el amor de su libertad y el horror á la dominacion estrangera: no hablo de ellos, por se tambien acreedoras á sus glorias otras provincias; quiero solamente renovar algunas memorias mas vecinas. Cuantas veces llenaron los provincianos á sus Reyes de palmas y laureles

(1) Philip. II á 16 de sept. de 1597. Philip IV. á 13 de marzo de 1636 y en otras dos ocasiones.
(2) De 28 de febrero de 1704.