Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/15

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por su esfuerzo, animosidad y valor? El año de 1359 entró amenazan do ruina á toda la provincia el vizconde de Anay con un formidable ejército de franceses y navarros. Saliéronles al encuentro en Beotivar, junto á Tolosa, no mas que ochocientos guipuzcoanos, los cuales, valiéndose de las estrechuras del sitio y de su industria y valor, desbarataron el ejercito todo, que constaba de sesenta mil hombres. Recurren aqui los incrédulos á errata en el número, como si un Rey de Francia y Navarra no pudiera haber puesto tan grande ejercito, ó el número de seis mil pudiera llamarse formidable y bastante a arruinar la provincia, ó no estuvieran acostumbrados pocos guipuzcoanos á desbaratar millares de enemigos; siendo parecidos á aquel capitan determinado que, diciéndole que eran muchos los enemigos, respondió: muy bien está, con eso matarémos mas: tanto, inquit, plus gloriæ re- feremus, quoniam plures interficiemus.(1) Seis solos guipuzcoanos bastaron el año de 1522 para detener mucho tiempo á mil franceses, con su jefe monsieur de Chanfarron, que iban determinados á asolar á Irun; pero llegando luego mas gente, quedaron escarmentados, fugitivos unos, muertos otros, y el mismo jefe mortalmente herido y prisionero. No pudieron ser muchos los guipuzcoanos que en las tierras de Velate y Leizondo salieron al encuentro al ejercito de franceses, que á toda prisa se retiraban del cerco de Pamplona, que defendio con estremado valor el duque de Alba, primer virey de Navarra: y no obstante, los embistieron con tanto valor y esfuerzo, que haciéndoles considerable daño, les quitaron toda la artilleria que llevaban, y son las doce piezas que ostenta GUIPUZCOA en su escudo de armas, por voluntad de la señora reina doña Juana. Léese en las cédulas de nuestros monarcas que confederados Francia y Portugal por los años de 1474 contra los católicos Reyes don Fernando y doña Isabel, entró el portugués con mas de veinte mil hombres por la Estremadura, y el frances por GUIPUZCOA con cuarenta mil combatientes, á cargo de Aman, señor de Labrit. Pero en tan grave riesgo, GUIPUZCOA, con solo sus naturales, no solo defendió á Fuenterrabia y San Sebastian, haciéndoles alzar el sitio y retirarse con ignominia á su reino, mas tambien envió á Castilla dos mil hombres para el recobro de las ciudades que tenian la voz de Portugal; con cuyo socorro se descercó el castillo de Burgos y se desbarató el ejército portugués en la batalla de Toro. Quién sabrá ponderar el valor incomparable con que los provincianos han defcndido tantas veces á Fuenterrabia de los ejércitos de Francia? Hicieron inmortal su nombre y fama el año de 1637, en que cercando la ciudad por mar y tierra el principe de Condé con todo el poder de Francia, los guipuzcoanos, aunque desprevenidos por la invasion repentina, la defendieron con tan valerosa resistencia, esfuerzo y valor, que bastára en los siglos de Troya á acreditarlos de héroes y semidioses. Hasta las mugeres parecieron valientes compañeras de Belona y decidieron la duda de si hubo amazonas en el mundo; pues aunque se nieguen en el Thermoboonte, donde puso su habitacion la antigüedad, ya es notorio á todos que en la partida del valor marcial hubo

(1) Plutarch. in Laconicis.