ó sus sencillos amores, ó los pesares de la ausencia, en un idioma antiquisimo, armonioso y rico, desconocido hoy eh todo el mundo, y cuyo uso esta limitado á un territorio de cien leguas cuadradas.
¡ Lástima grande que un monumento histórico tan curioso y de tanta importancia para los filólogos, se vaya desmoronando poco á poco !
Un siglo ó dos mas, y quizá el idioma Euskaro, el mas antiguo de los conocidos hoy dia, desaparecerá para siempre ; y en grave responsabilidad incurrirán ante la ciencia los que pudiendo y debiendo perpetuar ese idioma, muestran empeño en hacerlo desaparecer. Volvamos á nuestros cantares.
El primero, ó sea el canto del soldado de Anníbal, Aníbalen zaldunaren cantá, es un pequeño poema de la mas noble sencillez. La amante de un joven guerrero, timida y quejumbrosa avecilla, se dirije la primera á su amado que marcho de noche á Italia en pos de Anníbal. A este apóstrofe contesta el guerrero sin transicion alguna ; Desde las llanuras de Cápua tal vez, contando á su amada la conquista de Italia ; y concluye el cantar manifestando ella el ardiente deseo de ver al amado de su corazon, de vuelta en su pais natal.
El segundo canto, ó sea elde Lekobide ; corresponde á la época en que ; sujeto el mundo al imperio romano ; solo le quedaba por conquistar un pueblo escondido entre breñas, que desafiaba todo el colosal poderío de los Césares. Sorprendido Augusto de que hubiese en el universo un territorio independiente del cetro romano, quiso ver por si mismo la pequeña nacion que admiraba con su resistencia á unas legiones acostumbradas á vencer siempre, y entonces empezó aquella larga y sangrienta guerra, sin ejemplo en los anales del mundo. Profunda